
Psicología del atacante: cómo piensan los ciberdelincuentes en 2025
- Alex De los Llanos Dueñas
- Abril 2025
A veces nos cuesta imaginar que, del otro lado de una pantalla, puede haber alguien real. Una persona. No un ente abstracto, no un “hacker malvado” como en las pelis, ni un bot sin emociones. Una persona, con lógica, con intereses, con motivaciones muy claras. En ciberseguridad, eso marca toda la diferencia: porque no estás luchando contra un virus. Estás luchando contra una mente que se anticipa, que observa, que espera a que te confíes.
Y si no entiendes cómo piensa, vas por detrás todo el rato.
Hoy, en 2025, los ciberataques han dejado de ser lo que eran hace una década. Ya no es solo robar contraseñas ni entrar en ordenadores ajenos. Los ciberdelincuentes actuales piensan como estrategas, actúan como empresas (literalmente), y se comportan como predadores: observan, eligen bien a su víctima y no se lanzan hasta tener todo a su favor.
Entonces, ¿qué pasa si cambiamos la pregunta?
¿Qué tal si, en lugar de solo preguntarnos “cómo nos defendemos”, empezamos a pensar “cómo atacan ellos”?
Ese giro de perspectiva vale oro. Y aquí te lo comparto sin filtros.
Una de las primeras cosas que aprendí cuando empecé a tratar con expertos de verdad en ciberseguridad es que no existe “el perfil único” del atacante. Hay muchos tipos, pero todos tienen una cosa en común: su objetivo está más cerca del comportamiento humano que de la tecnología.
Esto es lo que pasa: tú puedes tener una infraestructura segura, un firewall potente, sistemas actualizados… pero si un atacante logra entender cómo funcionas tú, tu empresa, tu equipo… entonces va a encontrar una forma de entrar.
Y ahí es donde empieza la parte más interesante. Porque los atacantes no solo saben programar. Saben leer a las personas.
Cómo piensan: el proceso mental de un atacante en 2025
En 2025, un ataque ya no empieza con un virus. Empieza con una observación. Con paciencia. Con una especie de investigación silenciosa.
Hoy, los ciberdelincuentes hacen esto:
1. Estudian. Pero en serio.
No subestimes la cantidad de tiempo que un atacante puede dedicar a conocer tu empresa, tu perfil, tus patrones.
- -Analizan tus redes sociales, tus publicaciones, tus horarios.
- -Ven si mencionaste a algún proveedor, si subiste una foto de tu oficina con información visible, si dejaste un comentario sobre estar fuera por vacaciones.
- -Si eres una empresa, se fijan en tu estructura organizativa. ¿Quién toma decisiones? ¿Quién autoriza pagos? ¿Quién es nuevo en el equipo?
Ellos no atacan al azar. Atacan cuando están seguros de que pueden acertar.
2. Identifican puntos débiles que no tienen que ver con tecnología
Olvídate del estereotipo del hacker tratando de forzar un firewall. Lo que buscan son grietas humanas:
- -Un ejecutivo que no activa el doble factor de autenticación.
- -Un ejecutivo que no activa el doble factor de autenticación.
- -Un proveedor externo que accede desde una red no segura.
- -Un empleado desmotivado que podría caer en una trampa bien disfrazada.
La tecnología es fuerte. Las personas, a veces no tanto.
3. Juegan con la emoción, no con el código
Aquí viene lo más siniestro. Los atacantes saben que la emoción es su mejor aliada. Por eso muchos ataques están disfrazados de urgencia, miedo, presión.
- -Un correo que parece de tu jefe, pidiéndote un pago urgente.
- -Un mensaje de tu banco diciendo que se detectó un movimiento extraño.
- -Un archivo que supuestamente te envió un cliente, justo cuando lo estabas esperando.
Todo suena lógico. Todo parece real. Y si no estás en modo alerta, caes.
¿Qué buscan en 2025? Spoiler: ya no es solo dinero
Sí, el dinero sigue siendo la principal motivación. Pero no es la única. En 2025, los ciberdelincuentes también buscan:
- -Acceso persistente. Es decir, quedarse dentro de tus sistemas sin que lo notes.
- -Datos estratégicos. Información confidencial, propiedad intelectual, negociaciones, futuros lanzamientos.
- -Credenciales reutilizables. Porque con una sola contraseña, pueden probar suerte en 15 sitios distintos.
- -Infraestructura para otros ataques. Tu sistema puede ser usado como base para atacar a alguien más.
Y lo más preocupante es que muchos atacantes ya no actúan solos. Forman parte de organizaciones. De mafias digitales. De grupos coordinados. Algunos operan desde países donde nunca van a ser juzgados. Otros son freelancers del delito. Y unos cuantos, incluso, han sido empleados en empresas tecnológicas. Gente con experiencia. Que sabe lo que hace.
¿Cómo usamos esta información a nuestro favor?
Primero que nada: sin paranoia, pero con cabeza. El punto no es tener miedo, sino aprender a pensar como ellos para anticiparse.
Esto es lo que puedes hacer desde hoy:
1. Deja de pensar que no eres interesante
He escuchado esto mil veces:
—“¿A quién le va a interesar mi empresa?”
—“Yo solo tengo un e-commerce pequeño, nadie me va a atacar.”
—“No tengo datos sensibles.”
Pero lo cierto es que sí interesas. Por tu dinero, por tus accesos, por tus usuarios, por tu red, o simplemente porque eres vulnerable y fácil. En un mundo automatizado, el atacante no elige con lupa: elige al más descuidado.
2. Actúa como si alguien ya te estuviera observando
Sin paranoia, de nuevo. Pero con criterio. Si hoy fueras tú el atacante, ¿por dónde entrarías?
- -¿Quién es el punto más distraído de tu equipo?
- -¿Qué sistema no se ha revisado desde hace un año?
- -¿Qué contraseña lleva meses sin cambiarse?
Este tipo de preguntas, hechas en frío, pueden evitarte un drama caliente.
3. Habla de esto con tu gente
La cultura de seguridad empieza en la conversación. No sirve de nada tener un equipo de ciberseguridad brillante si el resto de la empresa no entiende cómo se ataca en 2025.
Comparte ejemplos reales. Habla de lo que viste en LinkedIn. Muestra correos sospechosos. Haz de la seguridad un tema cotidiano, no un departamento aislado.
Conclusión
En 2025, los virus no atacan. Las personas sí. Y si entiendes cómo piensa una persona que quiere vulnerarte, entonces tienes el poder de frustrar sus planes antes de que empiecen.
Así que la próxima vez que pienses en “los hackers”, no los imagines encapuchados frente a una pantalla verde. Imagina a alguien leyendo tu LinkedIn. Analizando tu web. Enviándote un correo bien redactado. Esperando que tengas un mal día para que, sin darte cuenta, le abras la puerta tú mismo.
Y ahí está la clave:
Si piensas como ellos, puedes protegerte mejor que ellos.
Y eso, en el mundo digital de hoy, es la mayor ventaja que puedes tener. Y ya sabes, si necesitas ayuda o asesoramiento en ciberseguridad, no dudes en contactar con nosotros de inmediato.