self.post_img_alt

Las VPN ya no son suficientes: nuevas soluciones de seguridad para el trabajo remoto

Voy a ser completamente honesto contigo: hace unos años, si alguien me preguntaba cómo proteger su conexión al trabajar desde casa, mi respuesta automática era “usa una VPN y listo”. Lo decía con toda seguridad, convencido de que era la mejor solución para evitar que un hacker se metiera en tu red.

Hoy, si alguien me dice que solo usa una VPN para protegerse, me preocupa. Las VPN ya no son suficientes. No porque sean malas, sino porque el mundo cambió. Los ciberdelincuentes evolucionaron, las empresas ya no funcionan como antes, y el simple hecho de conectarte a través de una VPN ya no te protege de todo lo que está allá afuera.

Si trabajas remoto, usas plataformas en la nube, compartes documentos o accedes a sistemas empresariales desde tu casa, déjame decirte algo: necesitas más que una VPN. Pero tranquilo, no te estoy diciendo que entres en pánico y tires tu computadora por la ventana. Lo que quiero es explicarte qué está pasando y cómo puedes realmente protegerte.

Por qué las VPN ya no son la solución mágica que eran antes

Antes de que pienses que estoy diciendo que las VPN son inútiles, no lo son. Siguen siendo útiles para muchas cosas, como encriptar tu conexión y evitar que alguien espíe tu tráfico cuando usas redes públicas. El problema es que por sí solas ya no bastan.

Las VPN se crearon para un mundo donde las empresas tenían un "perímetro" de seguridad. Básicamente, la idea era que si estabas dentro de la red corporativa, estabas seguro. Así que cuando llegó el trabajo remoto, la solución fue: "Bueno, conectemos a la gente a la red de la oficina a través de una VPN y problema resuelto".

Pero la realidad actual no es así.

  • Ya no trabajamos solo desde un solo dispositivo. Tal vez inicias sesión en tu laptop, luego revisas un documento en tu teléfono y después accedes a un correo desde tu tablet. ¿Tu VPN protege todos esos dispositivos? No.
  • No usamos solo redes corporativas. Ahora accedemos a información importante desde cafeterías, aeropuertos y redes Wi-Fi públicas que cualquiera puede espiar.
  • No todo está dentro de la empresa. Antes, los archivos y herramientas estaban en servidores dentro de la empresa. Ahora usamos Google Drive, Dropbox, Slack, Microsoft 365… Y adivina qué: una VPN no protege ninguno de esos servicios.

El mayor problema es que una VPN puede hacerte sentir seguro sin realmente protegerte de muchas amenazas actuales. No impide ataques de phishing, no evita que instales malware por error y tampoco puede hacer nada si tu contraseña es robada.

Entonces, ¿qué hacemos?

Voy a decirte algo que tal vez no te guste, pero necesitas escucharlo: la ciberseguridad ya no puede ser una sola cosa.

Antes, bastaba con activar la VPN y seguir con tu vida. Ahora, la seguridad debe ser una combinación de herramientas y hábitos. Así como no protegerías tu casa solo con una cerradura, tampoco puedes proteger tu trabajo solo con una VPN.

1. Zero Trust: no confíes en nadie (ni siquiera en ti mismo)

El modelo de Zero Trust (confianza cero) es la nueva forma en que muchas empresas están protegiendo sus sistemas. Y aunque suene extremo, tiene sentido.

La idea es simple: nadie tiene acceso a nada hasta que realmente se verifique que debe tenerlo. No importa si eres empleado de la empresa, si estás usando la computadora de trabajo o si ya te conectaste antes. Cada vez que intentas acceder a algo, debes verificar que eres tú, desde un dispositivo confiable, y que realmente necesitas ese acceso.

Imagínalo como si cada puerta de tu oficina tuviera una cerradura diferente. En lugar de darte una llave maestra que abre todo (como lo hace una VPN), Zero Trust te da acceso solo a las habitaciones que realmente necesitas entrar y solo cuando las necesitas.

Esto significa que si un hacker consigue tu contraseña, no podrá hacer nada sin verificaciones adicionales. Y si de repente intentas acceder a un documento que nunca antes habías tocado, el sistema detectará que algo raro está pasando.

2. Usa autenticación multifactor (MFA) para todo

Si aún crees que una buena contraseña es suficiente, tenemos que hablar.

El 85% de los ataques exitosos involucran credenciales robadas. Y es lógico: si alguien obtiene tu contraseña, tiene acceso a todo. Por eso, debes activar la autenticación multifactor (MFA) en todas partes.

Sí, sé que da pereza tener que escribir un código extra cada vez que inicias sesión. Pero créeme, es la mejor forma de evitar que alguien entre a tus cuentas aunque robe tu contraseña. Y si de verdad quieres facilitarte la vida, usa una llave de seguridad física, como las de YubiKey. Son pequeñas, rápidas y hacen que iniciar sesión sea mucho más seguro.

3. Usa herramientas de seguridad basadas en la nube (SASE)

Aquí va otra sigla que tal vez no conocías: SASE (Secure Access Service Edge).

Mientras que una VPN solo te conecta a la red de la empresa, SASE protege toda tu conexión, sin importar desde dónde accedas.

Básicamente, es como tener una VPN, pero con control de amenazas en tiempo real, protección contra malware, detección de actividad sospechosa y bloqueo de sitios maliciosos.

Las empresas que han cambiado a SASE han visto una reducción enorme en ataques y una mejora en la velocidad de conexión. Así que si en tu empresa aún dependen solo de la VPN, es momento de hablar con el equipo de IT sobre esta solución.

4. Aprende a identificar fraudes y ataques de phishing

A veces nos enfocamos tanto en la tecnología que olvidamos el mayor problema de todos: los humanos.

No importa si usas la mejor VPN del mundo. Si caes en un correo de phishing, nada te salvará.

Los ataques de phishing están diseñados para engañarte y hacer que entregues tus datos sin darte cuenta. Y la única forma de evitar caer en ellos es aprendiendo a identificarlos.

Antes de hacer clic en un enlace, pregúntate siempre estas cosas:

  • ¿Este correo o mensaje tiene sentido?
  • ¿Estoy esperando este email?
  • ¿La dirección del remitente parece legítima?
  • ¿Me están pidiendo que haga algo urgente?

Si algo te hace dudar, no hagas clic y verifica directamente con la empresa o persona que supuestamente te lo envió.

Conclusión

Si sigues confiando solo en una VPN para proteger tu trabajo remoto, estás en problemas. No porque las VPN sean inútiles, sino porque el mundo ha cambiado y las amenazas son más complejas.

Lo que realmente necesitas es una combinación de herramientas y hábitos: Zero Trust, autenticación multifactor, herramientas de seguridad en la nube y, sobre todo, sentido común para detectar fraudes.

No se trata de volverte paranoico, pero sí de tomarte en serio tu seguridad. Al final del día, proteger tu información es tu responsabilidad. Así que hazlo bien, porque el trabajo remoto llegó para quedarse y más vale que estés preparado. Y recuerda, si necesitas ayuda con la ciberseguridad en tu negocio, contacta con nosotros de inmediato.