Una contraseña débil es una combinación de caracteres que es fácil de adivinar o de descifrar, y por lo tanto, no proporciona una adecuada protección a la información sensible que se está protegiendo. Las contraseñas débiles son una de las principales vulnerabilidades en la seguridad de la información, y pueden ser comprometidas mediante técnicas como la fuerza bruta o el diccionario.
Es importante que las contraseñas sean lo suficientemente complejas para que no puedan ser adivinadas fácilmente, y se recomienda que se utilice una combinación de letras mayúsculas y minúsculas, números y caracteres especiales. También es recomendable que las contraseñas sean largas y no se repitan en diferentes cuentas o servicios.
Para mejorar la seguridad de las contraseñas, se pueden utilizar herramientas como los gestores de contraseñas, que permiten almacenar y generar contraseñas complejas de forma segura.
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