Un falso positivo es un resultado erróneo que indica la presencia de una amenaza o problema cuando en realidad no lo hay. En ciberseguridad, los falsos positivos pueden ser el resultado de sistemas de detección de intrusiones, análisis de vulnerabilidades, antivirus, entre otros sistemas de seguridad, que identifican una actividad o archivo como malicioso o sospechoso cuando en realidad es legítimo.
Los falsos positivos pueden tener consecuencias graves al generar alarmas innecesarias, consumir recursos y tiempo en investigaciones innecesarias y en algunos casos, relajar medidas de seguridad al disminuir la confianza en la efectividad de los sistemas de seguridad.
Para reducir la cantidad de falsos positivos, se pueden implementar medidas como la configuración adecuada de los sistemas de seguridad, la actualización de las bases de datos de firmas y reglas, la revisión manual de eventos sospechosos y la integración de fuentes de información externas para validar la detección de amenazas.
A continuación, algunos enlaces de interés para obtener más información sobre falsos positivos: