La redundancia en ciberseguridad se refiere a la duplicidad o replicación de elementos críticos para garantizar la disponibilidad y la continuidad del servicio en caso de fallos o ataques. La redundancia puede aplicarse a diferentes niveles, desde la duplicación de servidores y sistemas de almacenamiento hasta la replicación de datos o la implementación de sistemas de alimentación y refrigeración redundantes.
La redundancia es una medida importante de protección contra los ataques de denegación de servicio (DoS) y de denegación de servicio distribuido (DDoS), que pueden saturar y sobrecargar los recursos de los sistemas y provocar su caída o indisponibilidad. La redundancia también puede ayudar a reducir el tiempo de recuperación después de un fallo o incidente.
Existen diferentes tipos de redundancia, incluyendo:
La redundancia es una medida complementaria a otras técnicas de ciberseguridad, como la monitorización continua, la segmentación de redes, la autenticación y autorización, la encriptación y el control de acceso. Se recomienda evaluar cuidadosamente los costos y beneficios de la redundancia para cada caso específico, ya que su implementación puede afectar el rendimiento, la complejidad y la escalabilidad de los sistemas.
A continuación, algunos enlaces de interés para obtener más información sobre la redundancia en ciberseguridad: