Un ataque dirigido es un tipo de ataque cibernético en el que un atacante selecciona y se enfoca en un objetivo específico, como una organización o una persona, con el objetivo de obtener acceso no autorizado o robar información confidencial.
Los ataques dirigidos suelen ser más complejos y sofisticados que los ataques genéricos o aleatorios, y se llevan a cabo utilizando técnicas como la ingeniería social, el phishing y la explotación de vulnerabilidades específicas en el objetivo seleccionado.
Estos ataques suelen ser perpetrados por ciberdelincuentes motivados por el lucro, el espionaje o la guerra cibernética. Los atacantes pueden utilizar información recopilada previamente sobre el objetivo, como información de contacto, correos electrónicos, direcciones IP y otros datos de perfil, para personalizar y afinar sus ataques y aumentar sus posibilidades de éxito.
Para prevenir los ataques dirigidos, es importante que se implementen medidas de seguridad adecuadas, como la implementación de políticas de seguridad sólidas, la capacitación en seguridad cibernética para los empleados, la utilización de soluciones de seguridad avanzadas y la implementación de una monitorización continua de la red.
A continuación se presentan algunos enlaces externos que pueden ser útiles para obtener más información sobre los ataques dirigidos: