La denegación de servicio, también conocida como DoS (Denial of Service), es un tipo de ataque cibernético que tiene como objetivo interrumpir o inhabilitar temporalmente los servicios, sistemas o recursos de una red, impidiendo que los usuarios legítimos puedan acceder a ellos. Los atacantes logran esto inundando el servidor, red o sistema con una gran cantidad de tráfico, sobrecargando su capacidad y agotando sus recursos, lo que provoca que el servicio quede inaccesible.
Una variante de este ataque es el DDoS (Distributed Denial of Service), en el que múltiples sistemas infectados con malware, conocidos como botnets, se utilizan para inundar simultáneamente el servidor o la red objetivo con tráfico, lo que aumenta la magnitud y dificultad de detección y mitigación del ataque.
Los ataques de denegación de servicio pueden tener un impacto negativo en la reputación, la confidencialidad y la disponibilidad de los sistemas y servicios afectados. Para prevenir y mitigar estos ataques, es importante implementar medidas de seguridad adecuadas, como firewalls, sistemas de detección y prevención de intrusiones (IDS/IPS), y soluciones de mitigación de DDoS, además de mantener actualizados los sistemas y software.
Si deseas obtener más información sobre los ataques de denegación de servicio y cómo proteger tu red, te recomendamos visitar los siguientes enlaces en español: y , donde encontrarás información detallada sobre este tipo de ataque y consejos para prevenir y mitigar sus efectos.