La denegación de servicio distribuida, también conocida como DDoS (Distributed Denial of Service), es un tipo de ataque cibernético en el que múltiples sistemas, generalmente infectados con malware, se utilizan para inundar simultáneamente un objetivo, como un servidor, una red o un sistema, con una gran cantidad de tráfico. El objetivo de estos ataques es sobrecargar la capacidad del objetivo y agotar sus recursos, provocando interrupciones o un mal funcionamiento del servicio, e impidiendo el acceso a los usuarios legítimos.
Los sistemas infectados que participan en un ataque DDoS suelen formar parte de una red de dispositivos comprometidos, conocida como botnet. Los atacantes pueden controlar esta botnet de forma remota para llevar a cabo ataques coordinados y masivos contra objetivos específicos.
Los ataques DDoS pueden tener un impacto significativo en la reputación, la confidencialidad y la disponibilidad de los sistemas y servicios afectados. Para prevenir y mitigar estos ataques, es crucial implementar medidas de seguridad adecuadas, como firewalls, sistemas de detección y prevención de intrusiones (IDS/IPS), soluciones de mitigación de DDoS, además de mantener actualizados los sistemas y software.
Si deseas obtener más información sobre los ataques de denegación de servicio distribuida y cómo proteger tu red, te recomendamos visitar los siguientes enlaces en español: Wikipedia - Ataque DDoS y , donde encontrarás información detallada sobre este tipo de ataque y consejos para prevenir y mitigar sus efectos.