Un gusano en ciberseguridad es un tipo de malware que se replica a sí mismo y se propaga a través de redes informáticas sin necesidad de la intervención de un usuario. A diferencia de los virus, que requieren la descarga o ejecución de un archivo infectado, los gusanos pueden propagarse mediante vulnerabilidades de software en sistemas no actualizados o mediante interacciones en una red conectada.
Los gusanos pueden tener diferentes objetivos, desde el espionaje y el robo de información hasta el sabotaje o el secuestro de control de sistemas. Algunos gusanos han causado grandes daños en el pasado, como el gusano Stuxnet que atacó los sistemas nucleares iraníes en 2010.
Algunas características de los gusanos incluyen:
Para protegerse de los gusanos, es importante mantener el software y los sistemas actualizados, tener precaución al abrir archivos o enlaces de procedencia desconocida y contar con herramientas de seguridad actualizadas y efectivas para detectar y eliminar estos tipos de amenazas. Además, hay que tomar en cuenta que es recomendable tener copias de seguridad actualizadas para poder recuperar la información en caso de un posible secuestro de control de sistemas.
Algunos enlaces recomendados para ampliar la información sobre gusanos en ciberseguridad son: